(Del libro Alba de olvido)
Nada igual a esta dicha
de sentirme tan sola
en mitad de la tarde
y en mitad del trigal;
bajo el cielo de estío,
y en los brazos del viento,
soy una espiga más.
Nada tengo en el alma.
Ni una pena pequeña,
ni un recuerdo lejano
que me hiciera soñar...
Sólo tengo esta dicha
de estar sola en la tarde
¡con la tarde no más!
Un silencio muy largo
va cayendo en el trigo,
porque ya el sol se aleja
y ya el viento se va;
¡quién me diera por siempre
esta dicha indecible
de ser, sola y serena,
un milagro de paz!
Este poema escrito por MEIRA DELMAR, una de las mas importantes poetas de Colombia, se destaca en sus poemas de amor y muy conocidas por cierto.
De las pocas y las mejores escritoras colombianas.
NOCHE
Todas las fraguas
vertieron sus cenizas sobre el cielo.
El último incendio está apagado.
Todos los bomberos de servicio
pasan la revista en los teatros.
Los perros policías
riegan con extintores genitales
las esquinas aún tibias
del fuego de la tarde.
La última cúpula arde en la luna:
¡pero esas llamas son puntas de cigarro!
¡La ciudad está asegurada!
¡Humos azules por todas partes!
Todas las casas ardieron:
¡mas se han salvado todas las hamacas!
En los transparentes de los diarios:
-Incendio encausó víctimas-
¡pero todos los hombres
han perdido la vista!
Juan Las en Grecia 1919
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